miércoles, 14 de marzo de 2012

FUTBOL Y TENNIS

FUTBOL Y TENNIS
Las facultades de desplazamiento, tanto en el fútbol  como en el tennis son semejantes, en especial la agilidad y la movilidad.
En el tennis las exigencias son sumamente variables:
ü      Capacidad para correr,
ü      Movilidad de las piernas,
ü      Acciones y reacciones rápidas según la situación,
ü      Dominio de algunos golpes básicos incluso en momentos difíciles,
ü      Capacidad para planear de antemano las propias acciones y ver con antelación las posibilidades del contrario en cada situación,
ü      Habilidad para captar de antemano como se va a desarrollar la situación y saber aprovecharla tácticamente,
ü      Aguante durante horas y capacidad para mantener la concentración,
ü      Elevada precisión y utilización de la fuerza en los saques,
ü      Golpes para restar fuerza a la pelota,
ü      Golpes de defensa y ataque,
ü      Sprints y paradas rápidas,
ü      Cálculo de distancias y espíritu emprendedor,
ü      Asimilación rápida de acciones inesperadas y equivocadas del contrario o propias.
En resumen, se requiere la activación simultánea de las facultades motrices, psíquicas y cognoscitivas. Por lo general es un deporte individual (1 vs. 1) y ocasionalmente se juega dobles ( 2 vs. 2).
El fútbol  es un juego que, siendo de equipo, requiere de sus participantes dos tipos de cualidades: individuales y colectivas.
Entre las individuales, al lado de la técnica que comprende el dominio del balón con  todas las partes del cuerpo-que permite el reglamento-tenemos: las cualidades puras, fuerza, velocidad, resistencia, habilidad y valentía y otras muchas cualidades denominadas complejas como la capacidad de salto que es una combinación de fuerza y velocidad.
Dejamos de lado otras cualidades especialísimas que debe reunir el guardameta, por que constituyen un problema aparte.
Las cualidades colectivas comprenden el sentido táctico, la inteligencia, la disciplina, el autodominio, la economía del esfuerzo y su debida dosificación, el altruismo y el sentido teatral del juego como espectáculo.
Todas estas cualidades, cuyo nivel primitivo depende del talento, son esencialmente perfeccionables, aunque en desigual proporción (la velocidad, por ejemplo, es una típica cualidad innata) y, por consiguiente, sujetas a un proceso de entrenamiento.
Hay cualidades perfectamente “entrenables”-resistencia, fuerza, técnica, táctica, cualidades volítivas (que son las del carácter, tales como tenacidad, arrojo, valor, sangre fría, decisión, capacidad de análisis, etc).
El fútbol  es hoy prácticamente un juego universal, un espectáculo inigualable en cuyo alrededor giran sueños, deseos, ambiciones, organizaciones, dineros, políticas, legalidades, mafias, sobornos, heroicidades, bajezas, intereses creados, ciencias, medicinas, derechos civiles, penales e internacionales y de cuya riqueza beben abundantemente las múltiples ”mass media” de nuestros tiempos.


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